El
Cartón:
INFORMACIÓN TÉCNICA:
El cartón es el resultado de la unión de varias hojas de papel, que se
mantienen equidistantes porque se intercalan uno o varios ondulados. Esta
característica es la que confiere al cartón la propiedad de ser indeformable.
Las hojas lisas exteriores se llaman caras o cubiertas. Las hojas
intermedias se llaman caras lisas. Las hojas onduladas que forman los canales
se llaman ondulado, tripa o “médium”.
El embalaje más frecuente en cartón ondulado es la tradicional caja de
solapas.
UNA ESTRUCTURA SIMPLE PERO EFECTIVA
El simple-cara (single face - SF) es el módulo elemental de todo cartón
ondulado y está formado por una hoja lisa (una cara) y un ondulado, unidos
entre sí con cola.
Al añadir una segunda cara se forma el doble-cara. Si al doble-cara se
le añade un segundo módulo simple-cara, constituye el llamado doble-doble (DD).
De la misma manera, un triple ondulado resulta de un doble-doble con un tercer
simple-cara.
El gramaje de los papeles, así como la altura de las ondas, determinan
su consistencia (ECT) y, sobre todo, su resistencia a la compresión vertical
(BCT). Este último parámetro es el más importante, ya que indica el peso que
puede soportar una caja sometida a una carga por apilamiento.
PROCESO DE FABRICACIÓN DEL CARTON
La máquina que fabrica el cartón ondulado se llama onduladora. El
proceso de fabricación del embalaje se divide en dos grandes áreas:
Fabricación de planchas de cartón por medio de la onduladora.
Transformación o convertían, que incluye todas las operaciones
necesarias transformar una plancha en embalaje.
Según el proceso de fabricación que llevan a cabo, las cartoneras se
dividen en plantas integradas, que realizan el proceso completo, desde la
recepción del papel hasta la entrega del producto final, y plantas manipuladoras
o transformadoras, que son las que no tienen onduladora por lo que simplemente
transforman la plancha de cartón que reciben de otras cartoneras en el producto
final.
Proceso de fabricación
La máquina que fabrica el cartón ondulado se llama onduladora. El
proceso de fabricación del embalaje se divide en dos grandes áreas:
Fabricación de planchas de cartón por medio de la onduladora.
Transformación o converting, que incluye todas las operaciones
necesarias transformar una plancha en embalaje.
Según el proceso de fabricación que llevan a cabo, las cartoneras se
dividen en plantas integradas, que realizan el proceso completo, desde la
recepción del papel hasta la entrega del producto final, y plantas
manipuladoras o transformadoras, que son las que no tienen onduladora por lo
que simplemente transforman la plancha de cartón que reciben de otras
cartoneras en el producto final.
Converting
Las principales operaciones que se realizan en la zona de transformación
son las siguientes:
Impresión de la plancha
El cartón ondulado utiliza básicamente la técnica flexográfica para
impresión, haciendo uso de clichés para depositar la tinta sobre la plancha.
Las impresoras pueden constituir una operación independiente dentro del flujo
de fabricación o integrarse con otras máquinas como las troqueladoras.
·
Troquelado
de la plancha
·
El
troquelado puede ser de dos tipos:
·
Troquelado
plano.
·
El
troquel es plano e incide perpendicularmente sobre la plancha, consiguiendo una
gran precisión de corte.
·
Troquelado
rotativo.
·
El
troquel es semicircular e incide de forma oblicua sobre la plancha, por lo que
la tolerancia en el corte puede alcanzar los dos milímetros.
Plegado y pegado
Las plegadoras-pegadoras administran diferentes puntos de cola a la
plancha y proceden posteriormente al plegado, de acuerdo con las
especificaciones del embalaje.
Grapado
Algunas cajas por sus grandes dimensiones o para reforzar su unión se
unen mediante grapas.
Fletado y politizado
Las paletizadoras automáticas se encargan de formar los paquetes,
flejarlos y paletizarlos de acuerdo a las especificaciones de fabricación
Recuperación y Reciclaje
El cartón ondulado tiene muchas vidas. Pueden volver a nuestras manos,
una y otra vez, en forma de nuevos embalajes. Cada vez que lo depositamos en un
contenedor azul, le estamos dando otra oportunidad.
La recuperación y reciclaje del papel y cartón usados prolonga la vida
útil de las fibras de celulosa, evitando que acaben en los vertederos.
Y el papel que no entra en el circuito de reciclaje (por estar
contaminado y no ser apto como materia prima) puede ser empleado como
combustible, al igual que la biomasa residual del proceso de fabricación. Así
se cierra y equilibra todo un ciclo de aprovechamiento de recursos: el ciclo
sostenible del papel, que parte de una fuente renovable y natural de materia
prima.
La industria papelera española garantiza el reciclaje de la totalidad
del papel y cartón que se recupera. Y ya se recupera para su reciclaje el 74,4%
del papel y cartón que se consume. La tasa de utilización se sitúa en el 80,6%
y la de reciclaje en el 73,9%. Estas cifras nos sitúa en el “club del 70%”,
formado por los países que más reciclan en todo el mundo: Irlanda (90%),
Noruega (85%) Suiza (83%), Reino Unido y Holanda (78%), Alemania (77%), Japón
(73%), Suecia (72%) y Austria (70%).
En total, 4,6 millones de toneladas anuales de papel y cartón usado, que
suponen un ahorro de volumen en vertedero equivalente a más de 45 grandes
estadios de fútbol como el Bernabéu o el Camp Nou llenos hasta arriba y evitan
la emisión en vertedero de 4,1 millones de toneladas de CO2 (más del 1% de las
emisiones totales que produce el país).
La colaboración ciudadana en la recuperación y el reciclaje es
fundamental. Separar el papel usado y depositarlo en los contenedores azules es
la mayor contribución al consumo responsable de papel que puede hacer el
ciudadano. De los 133 kilos de papel que utilizamos anualmente por habitante,
99 kilos se recuperan y se envían a las fábricas papeleras donde se reciclan.
Una buena dotación de contenedores para el papel y cartón de los
hogares, adecuadamente distribuida y ubicada, con una frecuencia de recogida
adaptada a las necesidades del usuario, es el pilar fundamental de la recogida
selectiva municipal de papel y cartón que en las entidades locales con más de
100.000 habitantes ya se sitúa en 29 Kg. por habitante, según el Informe
Grandes Ciudades, elaborado por RECIPAP.
Si a esto añadimos los sistemas de recogida específicos para otros
generadores de papel y cartón usado (pequeño comercio, oficinas, colegios,
hostelería, mercados, polígonos industriales, universidades, playas…), evitando
que colapsen los contenedores destinados al papel y cartón doméstico,
entendemos el porqué de este éxito. Sin olvidar las campañas de concienciación
y la periódica información sobre los resultados, porque nada motiva más al
ciudadano que saber que su esfuerzo produce resultados positivos.
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